El eterno conflicto entre Israel y Palestina ha estallado nuevamente en unas acciones de constante violencia, dejando a ambas regiones consumidas por la incertidumbre y la devastación. Los recientes conflictos han desencadenado una oleada de enfrentamientos en los que han cobrado vidas, ha desplazado a numerosas familias y por estas consecuencias ha profundizado la crisis humanitaria en la zona.
El detonante que ha dado comienzo a esta reciente guerra ha sido un desacuerdo territorial en la zona de Jerusalén Este. Los enfrentamientos iniciales entre manifestantes y fuerzas de seguridad israelíes han desencadenado un intercambio de ataques con cohetes y bombardeos, provocando un miedo constante a los habitantes debido al gran número de muertes y ataques que están surgiendo estos días.
el lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza hacia ciudades israelíes llevo esta situación a un nivel de tensión máximo, ya que Israel respondió de una manera militar. Los ataques aéreos israelíes han devastado colegios, casas, oficinas… todo tipo de edificios en Gaza, causando una gran cantidad de muertes de civiles en una franja muy corta de tiempo. Por el otro lado tampoco se libran de sufrimiento: los cohetes palestinos causaron también graves daños que acabaron con las vidas de una gran cantidad de israelíes.
Líderes mundiales están actualmente intentando cesar esta guerra con negociaciones pacíficas, pero no está siendo de mucha ayuda ya que este en este conflicto se han de tener en cuenta factores políticos, históricos y religiosos por los que estas dos naciones están en desacuerdo, llevando el comienzo de esta disputa años atrás.
La ONU está intentando detener esta guerra condenando la violencia e insistiendo tanto a los israelíes como a los palestinos a llegar a una solución que garantice un bienestar y la seguridad de todos los afectados por esta lucha. Eso sí, arreglar esto no es fácil y se requiere una imparcialidad para abarcar los problemas más destacados de este conflicto para llegar a una paz justa para ambos países
Como esta solución no va a surgir de la noche a la mañana, hemos de tener en cuenta que miles de civiles inocentes siguen siendo víctimas de esta vasta pelea, perdiendo a sus seres queridos, sus bienes más preciados e incluso necesidades básicas del día a día.
En estos tiempos difíciles para estas personas hay que percatarse de que la solidaridad es un apoyo clave y que se ha de aportar un esfuerzo para detener la violencia en diferentes partes del mundo, no solo a Israel y Palestina, sino de otras guerras que nunca finalizan.
Montepríncipe Nuevo Debate 
Beatriz Galdeano 
Yareni Ruiz