Meteoritos, asteroides y cometas llevan siglos fascinando a la humanidad, pero… ¿alguna vez has visto uno de cerca?

  Naiara Bocos Otero (3º ESO)

Un cometa llamado Cometa 2022 E3 ZTF se aproximará pronto a la Tierra, tras haber transcurrido cincuenta mil años desde la primera vez que apareció frente al planeta que habitamos. Es decir, podremos ver, con nuestros propios ojos, el mismo cometa que contemplaron por primera vez nuestros ancestros más lejanos en la época del Paleolítico.

Los cometas son escombros interplanetarios; en otras palabras, los restos rocosos resultantes de la creación del sistema solar. Están principalmente compuestos por roca, hielo, polvo, CO2 y otros gases. La cola de los cometas puede llegar a alcanzar una longitud de millones de kilómetros. Dicha cola se origina al pasar junto al Sol, que evapora el hielo del cometa, provocando la formación de ese halo de polvo y gas que deja a su paso.

Este cometa en particular se podrá ver con más claridad desde el hemisferio norte, donde, fijando la mirada hacia el noroeste, preferiblemente antes del amanecer, se apreciará una luminosa mancha de color verdoso iluminando el cielo.

No obstante, para los amantes de la astronomía o curiosos por admirar este cuerpo celeste a mayor cercanía, es recomendable utilizar prismáticos o un telescopio, capaces de ofrecer una mayor precisión del aspecto del cometa. Además, si evitamos la contaminación lumínica y la luna llena (como la del 6 de febrero), será más sencillo echarle un vistazo al cuerpo celeste.

La extensa órbita de este cometa abarca desde los confines del sistema solar hasta el Sol, razón por la cual tarda miles de años en completarla. Este año alcanzará su máxima cercanía al astro (también conocido como perihelio) el día 12 de enero. A continuación, seguirá su órbita aproximándose a la Tierra hasta alcanzar los cuarenta y dos millones de kilómetros de distancia de nosotros el 1 de febrero del mismo año. Esto equivale a casi cuatro veces más cerca de lo que está el Sol de nuestro mundo, a pesar de que la diferencia de tamaño entre el cometa y la gran estrella es considerable, ya que este tan solo mide aproximadamente un kilómetro de diámetro. A pesar de su reducido tamaño, lo que ha llamado la atención de astrónomos y expertos alrededor de todo el globo terráqueo es su brillo, que va aumentando considerablemente con el paso del tiempo. Por este motivo, las semanas próximas del mes de febrero será posible ver el cuerpo celeste con claridad e incluso a simple vista.

El cometa fue inicialmente descubierto por astrónomos de la Instalación Transitoria de Zwicky (de ahí su nombre, ZTF), en el observatorio de Palomar (California), a principios de marzo. Según predicciones acerca del brillo del ZTF, formuladas por expertos, será el primer cometa que nos visite (desde el cometa NEOWISE en 2020) y podremos apreciarlo a simple vista. La NASA apunta que lo más probable es que este cometa se aleje por fin del sistema solar tras habitar en él por millones de años.

Related Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *