El cambio de milenio marcó el comienzo de un periodo de transformación económica a nivel mundial. Desde el auge de los mercados emergentes, liderados por China, hasta la crisis financiera global de 2008 y las tensiones geopolíticas que surgieron en la década siguiente, el mundo experimentó una montaña rusa de eventos económicos. La pandemia de COVID-19, que estalló en 2020, añadió una nueva capa de complejidad a la situación, provocando una contracción económica sin precedentes y exponiendo las vulnerabilidades estructurales de muchas economías. A medida que el mundo avanza hacia el futuro, la resiliencia y la adaptabilidad se vuelven fundamentales para superar los desafíos económicos y construir un futuro más próspero y sostenible para todos.
Antes del COVID-19, la inflación se mantenía moderada, y en algunos países, se presentaban tasas de inflación bastante bajas. Sin embargo, muchos otros países con economías socialmente desafiantes poseían tasas más altas en comparación con países mucho más estables.
Uno de los eventos que tuvo un mayor impacto en la tasa de inflación fue la crisis económica de 2008. Esta se originó debido a que los bancos en Estados Unidos comenzaron a introducir hipotecas de alto riesgo en el mercado. Estas hipotecas de alto riesgo fueron otorgadas a personas sobre cuya capacidad de pago existían dudas. Posteriormente, estas hipotecas se convirtieron en productos financieros que se vendieron a inversores en todo el mundo. A raíz de esto, el mercado inmobiliario comenzó a debilitarse, y los precios de las viviendas cayeron. Las personas no podían pagar sus hipotecas, y debido a que muchas instituciones tenían una exposición significativa a estos activos, las instituciones bancarias colapsaron. Esto afectó rápidamente a instituciones de todo el mundo, dada la globalización de los inversores. Finalmente, esto ocasionó una recesión económica global que impactó, entre otros factores, en la inflación.
En los últimos años, la inflación se vio muy afectada por la pandemia de COVID-19. Muchos países se vieron afectados debido a interrupciones en las cadenas de suministro, escasez de bienes y servicios, y cambios drásticos en los patrones de gasto de la sociedad. Así mismo, el incremento en el gasto de luz y otros suministros del hogar se debe a que las personas permanecían en casa durante todo el día. Otros gastos se redujeron debido a la falta de uso, como el transporte público.
Tras la pandemia, la inflación continuó creciendo. De hecho, en los últimos años, la inflación ha mantenido un crecimiento constante, el cual se ha visto afectado por diferentes situaciones, incluyendo la mencionada pandemia de coronavirus. En países de América Latina, la inflación se ha visto particularmente afectada. Un ejemplo claro sobre esta región es el elevado precio de los alimentos. De hecho, es la región con los precios de alimentos más altos del mundo. El promedio de la inflación de los alimentos en septiembre de 2022 fue del 43.9%.
Organizaciones como el Banco de España consideran que la inflación en España se moderará en 2025.
¡Buen artículo! Hay quien sostiene q la inflación actual es una corrección ante la abundancia de liquidez generada por los bancos centrales al imprimir dinero para superar la crisis del covid. Hay más dinero por lo q el dinero vale menos… O los bienes más.