Con el final de la temporada, ha habido una gran cantidad de jugadores cuya marcha de sus respectivos clubes ha sido anunciada, lo que deja un sabor agridulce a muchos aficionados del fútbol. Han sido dos las salidas de las cuales más se ha hablado, ya que ambos son considerados leyendas en su equipo, y que han aportado durante años con goles, asistencias, y títulos.
ANGELITO CORREA EL “10” DEL ATLETI
Ángel Correa, uno de los jugadores más queridos por la afición rojiblanca debido a su amor y compromiso hacia el club, disputó su último partido como local con el Atlético de Madrid el pasado sábado. El delantero argentino, que llegó en 2014 procedente de San Lorenzo, fue homenajeado por los hinchas en un acto lleno de emoción en el Estadio Metropolitano. El amor de los colchoneros hacia “Angelito” se debe a que, a pesar de que en ninguna de sus 10 temporadas vistiendo de rojiblanco fue titular, nunca se quejó y siguió trabajando y aportando grandes alegrías y remontadas para defender el escudo. Al finalizar el encuentro, el cuál acabó con un golazo del argentino en el minuto 94, los 65.000 espectadores que habían acudido a su último partido en Madrid comenzaron a corear su nombre. Una joven aficionada le llamó para intercambiarle la camiseta, dándole una mítica camiseta de Paulo Futre, otro exdelantero muy querido en el Atleti. De esta manera, Correa se despidió entre lágrimas, con la camiseta de una leyenda del club, y siendo una leyenda del club.
LUKA MODRIC “EL CRUYFF DE LOS BALCANES”Luka Modrić también se despidió del fútbol español. El croata de 39 años, símbolo del Real Madrid durante más de una década, jugó su último partido en el Santiago Bernabéu el domingo. Reconocido no solo por su innegable talento, sino también por su elegancia en el juego, su compañerismo, su humildad y su caballerosidad, ha sido símbolo del Real Madrid durante 13 temporadas, controlando el centro del campo, y siendo uno de los capitanes más históricos e importantes del club merengue. Tras el pitido final, Luka fue homenajeado y dio un discurso el cual finalizó diciendo: “No sufras porque acabó, sonríe porque sucedió”. De esta forma, se despedía del club y del futbol español, siendo una de las mayores leyendas de la historia del fútbol.