El pasado 26 de abril se jugó la tan esperada final de la copa del rey entre el Real Madrid y el FC
Barcelona. Un clásico que demostró la valía y esfuerzo de ambos equipos, pero que tuvo un final
un poco caliente por una acción en contra del Real Madrid que pudo llegar a ser mal pitada.
La primera parte no tuvo mucho movimiento hasta el minuto 28 donde Pedri aprovecharía un
gran pase de Lamine Yamal y remataría desde fuera del área del Madrid anotando un golazo.
En la segunda parte el Madrid revivió el partido anotando dos goles en 8 minutos. El primero lo
metería Mbappè a balón parado, colocando el esférico al límite del palo de la portería. El
segundo sería de Tchouaméni, un gol que pocos madridistas esperaban pero que celebraron con
euforia tras el cabezazo del francés.
Sin embargo el partido se pondría más interesante cuando Ferrán Torrés anotó un gol en el
minuto 84 sobrepasando a Courtois y a Rüdiger con facilidad.
Al haber empate el partido se alargó a la prórroga donde el Barcelona en un resbalo de Brahim
Díaz en el área del Madrid sería usado por Kounde para poner el 3-2 en el minuto 116.
El Madrid no perdía esperanzas y en los últimos minutos del tiempo añadido vieron la
oportunidad de sellar el empate en la prórroga. Si embargo un decisión posiblemente incorrecta
del árbitro negó esta opción, haciendo que los jugadores merengues salieran enfurecidos a
quejarse del árbitro entre ellos Rüdiger, Bellingham, y Lucas Vázquez fueron amonestados con
tarjeta roja poco antes de finalizar el partido.

Related Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *